lunes, 12 de diciembre de 2011

CAPÍTULO X. ALGUNAS IMPLICACIONES DE LA CALIDAD.


Una implicación más de la calidad es que tenemos que aprender a criticar y a hacer sugerencias, a abrirnos a las críticas de los demás y a intentar poner en práctica las ideas de otros.
Otra implicación de la calidad es que nos enriqueceremos más cuanto más entendamos que somos diferentes unos de otros y respetemos y aprovechemos estas diferencias.
No estamos verdaderamente buscando la calidad si no nos preocupamos todos los días, desde nuestro quehacer docente, por ofrecer aprendizajes relevantes a nuestros alumnos. Así se traduce, para el caso del trabajo en el aula, tener como referencia a nuestros beneficiarios.
Tampoco estamos obteniendo calidad verdadera si no nos preocupamos en forma continua y cotidiana por la justicia, que significa dar más a los que tienen menos. Nuestra meta debe ser que ningún alumno aprenda por debajo de lo que nos hemos trazado como objetivos.
Una actitud fundamental, que un movimiento hacia la mejor calidad educativa nos exige, es la de creer en nuestros alumnos. En general, ellos nos darán la razón.
Comentario: Apoyo el punto de vista de la autora, pues además de aceptar errores, debemos tomar en cuenta las críticas constructivas de los demás y sus sugerencias que en muchas ocasiones nos ayudan siendo mejores nosotros mismos. Un ejemplo donde se refleja esto es al momento de trabajar en equipo con respecto a esta asignatura, ya que estamos conformados por compañeros con diferentes formas de pensar y al momento de trabajar nos complementamos con sus ideas y tenemos un mejor producto.
Bibliografía:
Schmelkes, S. (1995) CAPÍTULO X.- ALGUNAS IMPLICACIONES DE LA CALIDAD. En: hacia una mejor calidad de nuestras escuelas (pp. 117-125). México D.F.: Secretaría De Educación Pública.

CAPÍTULO IX. LA CALIDAD NECESITA LA PARTICIPACIÓN DE LA COMUNIDAD.


La mejor forma de tomar en cuenta al beneficiario es hacerlo participar en el proceso. Si los padres de familia y la comunidad son beneficiarios del quehacer de la escuela, es importante lograr su mayor participación.
El aula es un atractivo punto de partida para comenzar a propiciar la participación de los padres. El maestro puede hacerlo tomando en cuenta la realidad comunitaria en el aula, logrando que los padres participen en la creación de ambientes más propicios al aprendizaje. Dialogando con las familias de los alumnos que tienen problemas especiales de aprendizaje. Encontrando maneras de que la comunidad se vuelva maestra.
La experiencia ha demostrado que los esfuerzos por lograr la mayor participación de padres y comunidad se traducen en mejores niveles de aprendizaje de los alumnos. Al mismo tiempo, aprenden los padres, y nosotros como maestros nos enriquecemos.
Comentario: Cuando nos referimos a la comunidad en sí, se pretende involucrar en mayor proporción a los padres de familia en la educación de los jóvenes, ya que como vimos en clase con la presentación del programa Contra la Pared, en muchas ocasiones se desentienden de ellos, lo que genera un retroceso en el desarrollo del niño, también se quiere invitar a otros sectores de la sociedad sin que precisamente sus hijos estén estudiando  debido a que es importante que todos apoyen al mejoramiento de la calidad.
Bibliografía:
Schmelkes, S. (1995) CAPÍTULO XI.- LA CALIDAD NECESITA DE LA PARTICIPACIÓN DE LA COMUNIDAD. En: hacia una mejor calidad de nuestras escuelas (pp. 101-116). México D.F.: Secretaría De Educación Pública.

CAPÍTULO VIII. LA PLANEACIÓN Y LA EVALUACIÓN PARA LA CALIDAD.


El proceso de mejoramiento de la calidad parte del reconocimiento de un problema, que debe ser motivo de preocupación para el director de la escuela. Esta preocupación por el problema debe generar ideas de cómo resolverlo.
Estas ideas se tienen que convertir en plan. Pero un plan que se oriente al mejoramiento de la calidad tiene que tener varias condiciones:
·         Debe elaborarse en equipo.
·         Debe comenzar por estabilizar los procesos actuales.
·         Debe diseñar los resultados esperados.
·         Privilegia los procesos que previenen el problema.
·         Se preocupa sobre todo por disminuir las variaciones.
El plan global de la escuela tiene que ser apoyado por programas más precisos que surgen de los círculos de calidad o de pequeños equipos de personas, unidas por afinidad de áreas de trabajo o de intereses. En estos círculos pueden participar alumnos y padres de familia.
Cuando ya pueden esperarse resultados, hay que evaluar. Pero evaluamos fundamentalmente para verificar que nuestros procesos mejorados funcionaron. La evaluación, por sí sola, no puede mejorar la calidad. Son los procesos mejorados los que la mejoran.
Comentario: Este capítulo va muy relacionado con el capítulo dos de este mismo libro, ya que hace mención al reconocimiento de que hay fallas en el sistema que impiden el logro de la calidad. Al igual que la autora, considero que si se trabaja en grupo, entre todos podemos contribuir en su mejoramiento y si bien se tiene una mejora en ésta se verá evaluado para medir que tanto desempeño se ha alcanzado.
Bibliografía:
Schmelkes, S. (1995) CAPÍTULO VIII.- LA PLANEACION Y EVALUACIÓN PARA LA CALIDAD. En: hacia una mejor calidad de nuestras escuelas (pp. 89-100). México D.F.: Secretaría De Educación Pública.

CAPÍTULO VII. LA CALIDAD CONDUCE AL MEJORAMIENTO CONTINUO DE LAS PERSONAS INVOLUCRADAS.


Los problemas de la calidad de la educación no son de los docentes, sino del sistema. Sin embargo, la solución a ellos, sí reside en el equipo de docentes, conducido por su director.
En el transcurso de desarrollo integral de las personas, lo más importante quizás son sus valores. La búsqueda de la calidad abre los espacios para vivir, en forma adecuada, los valores primordiales de solidaridad, responsabilidad y compromiso.
Al formarnos nosotros con dichos valores, la búsqueda de la calidad nos pone en condiciones de proponernos formar integralmente a nuestros alumnos, y quizás también a sus familias, en los valores de identidad, libertad y compromiso, equidad y justicia, solidaridad y congruencia.
Comentario: Si queremos alcanzar una mejora en la calidad educativa, debemos no sólo desarrollarnos integralmente, sino también a nuestros alumnos que como futuros docentes tendremos como responsabilidad, desde mi punto de vista, no creo que la falla sea del sistema, pues algunas veces el mismo docente no tiene la capacidad de impartir una clase donde el alumno se pueda desarrollar íntegramente.
Bibliografía:
Schmelkes, S. (1995) CAPÍTULO VII.- LA CALIDAD CONDUCE AL MEJORAMIENTO CONTINUO DE LAS PERSONAS INVOLUCRADAS. En: hacia una mejor calidad de nuestras escuelas (pp. 77-88). México D.F.: Secretaría De Educación Pública.

CAPÍTULO VI. LA CALIDAD REQUIERE LIDERAZGO.


El director de una institución es el componente clave en un proceso de búsqueda de la calidad. Si la dirección de una escuela no se involucra y compromete con el propósito de mejorar la calidad, es muy difícil que ésta llegue a obtener buenos resultados.
Los requerimientos sobre el papel del director en un proceso en busca de la calidad son muy distintos a la forma en la que estamos acostumbrados a entenderlo. El director debe convertirse en un guía que promueve y estimula un proceso de mejoramiento continuo.
El director tiene la responsabilidad del mantenimiento, que involucra establecer reglas claras y afirmar que se cumplan y la del mejoramiento, a la que debe ofrecer la mitad de su tiempo, implica mejorar los niveles de logro conseguidos.
Además tiene dos funciones: la primera es la de estimulación y apoyo que se refiere a cuidar los procesos y la segunda es la de control que se refiere a monitorear los resultados. La filosofía de la calidad resalta la primera, pero igualmente demanda la segunda.
Comentario: Concuerdo con la autora al decir que el director es una parte fundamental en el proceso de calidad, ya que en todas partes un líder siempre está a la vanguardia de todos los movimientos que se hacen en cualquier institución y se preocupa de que todo esté en orden, así mismo, se verá reflejado en los resultados que se obtengan al momento de evaluar.
Bibliografía:
Schmelkes, S. (1995) CAPÍTULO VI.- LA CALIDAD REQUIERE LIDERAZGO. En: hacia una mejor calidad de nuestras escuelas (pp. 65-75). México D.F.: Secretaría De Educación Pública.