martes, 22 de noviembre de 2011

CAPÍTULO I. LA CALIDAD EDUCATIVA MIRA HACIA AFUERA.

El objetivo externo del quehacer educativo, y lo que le da sentido al mismo es contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los educandos, y de esta manera a la calidad de los procesos de desarrollo de la sociedad.
La escuela no puede transformar la sociedad, pero sí puede contribuir a que la transformación sea de calidad de las personas, y que conduzca a una mejor calidad de vida.
Para mejorar la calidad de la educación que ofrecemos en nuestra escuela, es importante proponernos satisfacer las necesidades y expectativas de nuestros beneficiarios.
A lo largo de la historia de la educación, a los sistemas educativos se les han pedido muchas, quizás demasiadas cosas. Muchas de ellas resultan muy alejadas de su quehacer específico. Se han esperado aportes significativos en torno a objetivos como los siguientes:
         Crear identidad nacional.
         Mejorar el bienestar de la población y su calidad de vida.
         Propiciar la movilidad social.
         Mejorar las oportunidades de empleo de sus egresados.
         Aumentar los niveles de ingreso de quienes pasan por sus aulas.
         Formar ciudadanos democráticos.
         Extender la cultura universal.
         Entre otros.
El beneficio es todo aquel que juzga sobre la calidad de nuestro servicio. Los principales beneficiarios del quehacer de una escuela son los alumnos (lo que son hoy y lo que serán mañana), los padres de familia, los niveles educativos subsecuentes, los empleadores, la comunidad y la sociedad más amplia. Él es el receptor -y un receptor activo y participante- de todo esfuerzo educativo; y desde luego, de todo impulso por mejorar la calidad de la educación. El alumno es el que mejorará cualitativamente como resultado de procesos educativos mejorados.
El maestro del grado inmediato superior es un beneficiario del quehacer del maestro del grado inmediato inferior, porque recibe a sus alumnos. Sin embargo, para tomar en cuenta tanto sus requerimientos como los de sus alumnos, el esfuerzo debe centrarse en evitar el rezago escolar, y no en seleccionar adecuadamente a los alumnos que reprobarán.
La escuela debe definir su proceso de mejoramiento de la calidad priorizando lo que realmente aprenden los alumnos. En ello se sintetizan los requerimientos de los diversos beneficiarios de la escuela.
COMENTARIO: En mi opinión, concuerdo cuando la autora habla de los objetivos que el sistema educativo se propone dentro de una escuela, sin embargo, considero que esto beneficia sólo a algunos sectores de la población y esto hace que desarrollen un mayor bienestar entre ellos.
Un tema visto en clase con el que se puede relacionar este capítulo es que cuenta con la evaluación inmediata de los educadores hacia los alumnos en el momento que habla sobre el maestro de un grado inmediato superior que se debe centrar en observar las habilidades y resolver los problemas que encuentre en ellos.
Bibliografía:
Schmelkes, S. (1995) CAPÍTULO I.- LA CALIDAD EDUCATIVA MIRA HACIA AFUERA. En: hacia una mejor calidad de nuestras escuelas (pp. 17-30). México D.F.: Secretaría De Educación Pública.

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