El objetivo externo del quehacer educativo, y
lo que le da sentido al mismo es contribuir al mejoramiento de la calidad de
vida de los educandos, y de esta manera a la calidad de los procesos de
desarrollo de la sociedad.
La escuela no puede transformar la sociedad,
pero sí puede contribuir a que la transformación sea de calidad de las
personas, y que conduzca a una mejor calidad de vida.
Para mejorar la calidad de la educación que
ofrecemos en nuestra escuela, es importante proponernos satisfacer las
necesidades y expectativas de nuestros beneficiarios.
A lo largo de la historia de la educación, a
los sistemas educativos se les han pedido muchas, quizás demasiadas cosas.
Muchas de ellas resultan muy alejadas de su quehacer específico. Se han
esperado aportes significativos en torno a objetivos como los siguientes:
•
Crear
identidad nacional.
•
Mejorar
el bienestar de la población y su calidad de vida.
•
Propiciar
la movilidad social.
•
Mejorar
las oportunidades de empleo de sus egresados.
•
Aumentar
los niveles de ingreso de quienes pasan por sus aulas.
•
Formar
ciudadanos democráticos.
•
Extender
la cultura universal.
•
Entre
otros.
El beneficio es todo
aquel que juzga sobre la calidad de nuestro servicio. Los principales
beneficiarios del quehacer de una escuela son los alumnos (lo que son hoy y lo
que serán mañana), los padres de familia, los niveles educativos subsecuentes,
los empleadores, la comunidad y la sociedad más amplia. Él es el receptor -y un
receptor activo y participante- de todo esfuerzo educativo; y desde luego, de
todo impulso por mejorar la calidad de la educación. El alumno es el que
mejorará cualitativamente como resultado de procesos educativos mejorados.
El maestro del grado inmediato superior es un
beneficiario del quehacer del maestro del grado inmediato inferior, porque
recibe a sus alumnos. Sin embargo, para tomar en cuenta tanto sus
requerimientos como los de sus alumnos, el esfuerzo debe centrarse en evitar el
rezago escolar, y no en seleccionar adecuadamente a los alumnos que reprobarán.
La escuela debe definir su proceso de
mejoramiento de la calidad priorizando lo que realmente aprenden los alumnos.
En ello se sintetizan los requerimientos de los diversos beneficiarios de la
escuela.
COMENTARIO: En mi opinión, concuerdo cuando la autora habla de los
objetivos que el sistema educativo se propone dentro de una escuela, sin
embargo, considero que esto beneficia sólo a algunos sectores de la población y
esto hace que desarrollen un mayor bienestar entre ellos.
Un tema visto en clase con el que se puede
relacionar este capítulo es que cuenta con la evaluación inmediata de los
educadores hacia los alumnos en el momento que habla sobre el maestro de un
grado inmediato superior que se debe centrar en observar las habilidades y
resolver los problemas que encuentre en ellos.
Bibliografía:
Schmelkes, S. (1995) CAPÍTULO I.- LA CALIDAD EDUCATIVA
MIRA HACIA AFUERA. En: hacia una mejor
calidad de nuestras escuelas (pp. 17-30). México D.F.: Secretaría De
Educación Pública.
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